Wednesday, September 21, 2016

ERROR DE CONCORDANCIA

Septiembre no es un mes risueño. Concentra muertes y pérdidas dolorosas. Su recuerdo es ingrato y la memoria cumple con aquella inveterada costumbre de volverse a acordar. Septiembre es un mes incómodo. Cada vez que se recuerda, lo recordado cuenta de nuevo en una estratificación que después se llamará biografía. La gran mayoría de ellas se evaporan mediante una oscura desbandada, otras muy pocas forman el panteón de los muertos inolvidables y quedan por micho tiempo en la memoria común. Aunque cada quien es actor de la suya, no cualquiera habita su propia biografía. Erick Satie parece haberlo hecho en varios momentos, un modo de decir que lo hizo en todos. Durante su arrebatado, tórrido y triste amor por la pintora Suzanne Valandon, quien lo dejó por un rico banquero; durante su expiación del intenso duelo amoroso al escribir la extraña obra para piano Vexations, la cual fue interpretada a lo largo de 18 horas y 40 minutos, su duración, en un concierto organizado por John Cage; durante los veinte años de soledad (se cuenta que en ellos no recibió ninguna visita), reclusión, silencio y pobreza en Arcueil, suburbio no muy lejano a la ciudad. Un exilio interior radical y excluyente. El Montmartre parisino de las últimas décadas del siglo XIX era un hervidero creativo, emparentado con otros laboratorios de pruebas culturales y estéticas de la modernidad en ciudades europeas como Berlín o Viena, y Satie participaba de manera intensa en la vida bohemia y vanguardista de la época. La primera acción catártica, purificadora de las pasiones de la aflicción (eleos) y del temor (phobos), llevada a acabo por el músico minimalista después de sufrir el abandono de la interesada infiel, consistió en expresar su profundo dolor como una vejación a través de una pieza para ansiosa. La segunda acción de Satie fue retirarse por los senderos interiores al silencio y la soledad, una preferencia anormal que podría ser vista como consecuencia de su despecho: un castigo. Esos años en el aislamiento están representados en uno de sus míticos retratos. El pintos está sentado al lado de una chimenea apagada, mirando hacia abajo con absorta expresión de tristeza y enfrente de una modesta habitación donde a unos cuantos pasos se ve una cama. Un espejo refleja el vacío del espacio. Y toda la atmósfera trasmite un sentimiento de añorante aunque resignada soledad. Los misterios de la vía inmóvil se concentran en un ascético espacio. Menos es más: el silencio, la soledad, el monólogo, la reducción drástica del adorno –reducción drástica de la necesidad-, el irse temprano de la cama todas noches. El entrar al flujo del tiempo como expiación y cambio y transcurrir en él. Todo renunciante es una anomalía y aun la renuncia por motivos de amor lo es. Pero acéptese que tal decisión es otra plataforma donde sucede otro proceso de purificación. No se sabe cuándo después de la hermética y disolvente pieza, del marcharse y no mirar atrás durante veinte años, Satie olvidó a Suzanne. “Ustedes fueron para mí peldaños, y los he sobrepasado a todos”. Pudo haber dicho repitiendo a Nietzche, su contemporáneo. Este redactor asimismo ignora si el autor de Las, creador de un estilo definido como claro, conciso y también humorístico, precursor de las vanguardias dadaístas y surrealistas, compuso música durante su reclusión. El don creativo de la normalidad y su lógica afirmarían que sí. Pero siendo el reitero y la reclusión un movimiento alterado podría pensarse que tal vez no, que la música cesó ante un voto de silencio. Los renunciantes simplifican. Veinte años de estar voluntariamente confinado y mirar lo mismo y hacer lo mismo llevan a otro estado de conciencia. Y tanto tiempo, a otra escala, está previsto en la misma duración exasperante de Vejaciones. “Quien quiera saberlo, que se quede veinte años con nosotros”, dijo el abad del monasterio al principiante. Satie se quedó ese tiempo consigo mismo, su monasterio en él. Siempre hay variables en cualquier cuestión. Fernando Solana Olivares

1 Comments:

Blogger Miguel Tovalin said...

Gracias.

7:31 AM  

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