Friday, June 16, 2017

CRAKANIA/I

Comedidos funcionarios electorales convocan a las fuerzas vivas de la región para dialogar en una mesa distrital. Todo es parte de la Estrategia Nacional de Cultura Cívica 2017-2023 del Instituto Nacional Electoral. Hoy que están de moda los conversatorios, se celebra uno más. La imagen sloterdjikiana flota sobre los asistentes sin que ellos lo sepan: angustiosas conferencias (aunque éstas no lo son todavía) a bordo de un barco que surca un mar de ahogados. Comienza la ronda de opiniones sobre la democracia el señor cura del pueblo, o ensanchando con su presencia la democracia o haciendo a un lado la laicidad juarista, pero así es aquí gracias a Dios: usos y costumbres. Falta liderazgo nacional, dice. Alguien que guíe a las masas. No queda claro si es una referencia sibilina a la falta de un caudillo aceptable para la antidemocrática Iglesia o bien un saltimbanqui modo de aludir a alguien como López Obrador, quien será mencionado respetuosamente tres veces sin falta por el representante de Morena las tres veces que vaya a tomar la palabra. Todos los participantes hablan desde una camisa de fuerza controlada por una inflexible moderadora y un inapelable cronómetro que vuelven el encuentro casi pura frivolidad. O pereza activa, como llama el budismo a la ocupación inútil. La forma se apodera de lo real y la sustancia del diálogo sólo tiene unos cuantos minutos para que los convocados intenten hablar sobre las cosas. De todos modos, lo que se diga no importa en sí, sino para que se informe que hubo una reunión estratégica para fomentar la cultura cívica y se cumplan metas ejecutivas para salvar al país. La abstracta y autoritaria democracia formal de los tecnócratas. Y con todo, algo se alcanza a decir: democracia difusa, incompleta, tramposa, parcial, derrochadora, ilegal, impúdica, que compra votos con dinero público robado de las arcas públicas para seguir robando las arcas públicas, secuestrado el árbitro electoral por la partidocracia y el gobierno, por las castas políticas, por los circunspectos consejeros electorales de corbata y muy feas combinaciones, tan mustios y acobardados para aplicar la ley, pero tan sentenciosos con la ciudadanía. Ya advirtió el consejero prefecto al público que ni se le ocurra pensar que haya habido fraude alguno o transgresión mayor en el Estado de México, porque eso es “descabellado”, o sea absurdo, ilógico, irracional, incoherente, desacertado, excesivo, y etcétera a quien no le quedó claro. Sería un crimen electoral. Y como todos saben, en este país hay crímenes de absolutamente todo menos crímenes electorales. ¿Por qué? Porque lo dice el señor, por eso, faltaba más. La epistemología distingue entre la autoridad de la demostración, de la prueba, y los meros huevos de la afirmación. Y en la reunión se siguió comentando: elección de estado, victoria pírrica, comienzo del fin del criminal y corrupto régimen priista. Alguien señaló la disfuncionalidad de la cultura mexicana que premia lo negativo, una simpática señorita aludió a la trinidad resplandeciente que decidió todo: dinero, dinero, dinero. Varios hablaron de la corrupción, la impunidad y la inseguridad como de las enfermedades terminales que postran al país. Se mencionó el horror económico de la intencionada desigualdad crónica y hubo quien pidió a la izquierda morenista la incorporación a su programa político de la propuesta urgente de una renta universal. Otro más enfatizó que el país estaba en guerra. Aquel dijo que la democracia debiera aprenderse desde la casa, en el más pequeño formato social. Que el ejemplo es una orden silenciosa. Reconstruir lo público y defender el bien común ante el neoliberalismo extremo y fragmentante que ha convertido al ciudadano en un enajenado consumidor. Una joven maestra sugirió las humanidades para resistir el fascismo civilizacional por el que transitamos. Un hombre mayor, quien desde la audiencia pidió un derecho a hablar que le fue negado sin piedad por la moderadora, repartió entre los asistentes copias fotostáticas de un escolar comunicado proponiendo el acuerdo urgente del gobierno con el narco para parar la sangrienta guerra que no cesa. Ya se había aludido a la urgente e incumplida legalización de la mariguana. Uno más pidió abandonar la moderna libertad de ser indiferente ante los otros, fustigó a los partidos y a los políticos e ironizó sobre uno de los ejes de la filistea estrategia propuesta en la cronometrada reunión: la verdad. Así. Fernando Solana Olivares

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