Friday, October 10, 2008

BLOCK OUT

De pronto los asuntos se esfuman, como si la corriente del tiempo los devorara y surgiera un punto inmóvil entre las cosas. Lírica de la vida que se detiene. O mero bloqueo de una mente que pajarea porque el lenguaje de los pájaros la lleva a volar de rama en rama. Así es aquí: el instante inmediatamente se vuelve otro instante y otro y otro más.
Pero hablo de las veces que el instante se detiene, como ahorita, cuando el tiempo está fijo. No es que no sucedan fenómenos mientras tanto: la realidad es una danza fluida en constante movimiento. Sólo que la cuestión radica en que todos los bailes de la misma son insustanciales pues están vacíos. Comprender esto puede ser una clave, como afirma...
---¡Carajo! Ya va usted a citar a alguien notable. Por eso hay quienes dicen que usted no escribe nada personal.
---Usted sabe que uno siempre es otro para los otros.
---¿No le parece que citar es un alarde culto y discriminador?
---Me parece que esa tendencia plebeya de uniformar todo hacia abajo y no hacia arriba es la responsable de nuestra barbarie gradual.
---¡Ay, bájele! Nadie se muere por inculto.
---¿De veras no cree que de eso también muere la gente?
He conocido autores que no utilizan comillas. Por no llamarle plagio le dicen intertextualidad. Escucho a Regina Spektor, su música casi fundamental. Y me acuerdo de una cita apócrifa: cuando las formas y los ritmos musicales cambian se producen acontecimientos políticos importantes. Esta música posmoderna y multicultural, simple pero refinadísima, ¿qué tipo de cambio profundo anunciará? Porque luego parece ser éste un momento histórico donde regresaron los juglares. Quizá para contrarrestar a los heraldos negros de la crisis tentacular y todo lo demás.
De pronto los asuntos regresan pues la rueda de la fortuna no puede estarse quieta. Ayer me enteré de un conocido que volvió a caer enfermo. Mi mujer dijo que es un hombre que no tiene la fuerza interior para curarse. Y me pregunto: ¿qué es la fuerza interior? Este sujeto está expiando las fechas cruciales de su biografía. Aunque prefiero pensar que mi conocido solamente cambió de profesión: ahora se dedica a ser un enfermo y en ello invierte toda su definición existencial. Ontológica, diría, pero no uso el término para no parecer pretencioso.
Existe una conexión entre el enfermo y la mentalidad de la cual proviene: la de la víctima, los ciudadanos de ahora, aquellos que en lugar de aprender a atender a la abuela demandan sitio para confinarla en un asilo o en un hospital. Nuestros espacios concentracionarios: la cárcel, la escuela, el vagón de metro, el condominio, el asilo, el hospital. De ahí que uno le implore al dios Apolo llegar con el cuerpo en regular estado y con la mente intacta hasta el final. Y no vivir las némesis médicas de estos días de quirófano y bisturí. La gente alteña del pueblito cercano al santo desierto donde vivo ha reducido drásticamente la necesidad. Mantienen la antigua costumbre de ser estoicos y entrar a la muerte con los ojos abiertos y sin anestesia general.
Un poeta le pidió a Dios que a cada quien le diera una muerte propia. Y la petición tiene vigencia pues hoy ocurren tantas muertes ajenas que la propiedad del paso hacia ella se convierte en esencial. Los budistas afirman que el último pensamiento al morir determina el siguiente y así toda la serie de los que emergerán en el nuevo ser, ése que al modo de una vela cuya flama prende otra vela vuelve a existir bajo una nueva apariencia y un nuevo destino en este plano de la realidad. No es el mismo de antes sino otro, pero es.
---Entiendo: nos va a decir que somos lo que pensamos.
---Sí, nada más. Presos en nuestra mente o libres desde ella.
---Entiendo: no hay realidad objetiva, nos la imaginamos.
---Podrá parecerle una loca fantasía, pero la realidad es una convención que la mente cultiva. Cambia la mente, cambia la convención, cambia la realidad.
---Ándele: dígaselo a esos 8 de cada 10 gringos desesperados por la reciente Gran Depresión económica, que cambien su convención mental.
De pensamiento en pensamiento hacemos nuestros días. ¿Qué es lo que transmigra cuando un ser muere aquí y otro nace allá? La neurosis, contestan los budiatras contemporáneos. Los problemas de la conciencia no son las definiciones sino su aplicación. Por ejemplo, puedo decirme que debo liberar mi corazón del odio, mi mente de las preocupaciones, vivir de forma simple, dar más y esperar menos. Que lo logre, ya es otra cuestión.
A los caballos se les llama pajareros cuando se espantan con facilidad. Mi mente pajarera vuelve a quedarse flotando en el instante. Y entonces me pregunto de qué voy a escribir. Y decido hacerlo acerca de la vida que pasa. El título del texto sale a modo de pura franqueza prosística: block out. A veces vivir es como vaciar un cubo, desagregar una parte o soltar una ilusión. A veces la mente suspende su parloteo y no tiene para qué juzgar. Las golondrinas de los pensamientos se posan inmóviles sobre el alambre: practican el arte de callar.
Y así doy inicio: “De pronto los asuntos se esfuman. Hay tantos temas que hoy no hay. Sigue la crisis y la crisis continuará. Nuestro problema analítico es entonces de mera oportunidad: ¿vivimos una criba histórica, un final civilizacional completo o el momento de un nuevo comenzar?”

Fernando Solana Olivares

0 Comments:

Post a Comment

<< Home