Monday, April 27, 2020

ESO INSENSATO

La realidad se desploma pero la estupidez sigue. El grosero y provocador mensaje de Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública, dirigido a un abstracto colectivo de “artistas” acerca del Fonca, además de innecesario es falso porque confunde un hecho con una intención. Según la alta burócrata, el Fonca (y se infiere que antes el mismo Consejo) fue una creación de Carlos Salinas para legitimarse ante los creadores e intelectuales mexicanos por el fraude electoral, controlar rebeldes y premiar compadres. Aunque esa hubiera sido la intención, no fue el resultado. A pesar de sus imperfecciones y de su misma circunstancia jurídica nunca regularizada, el Fonca cumplió eficientemente durante décadas con una tarea sustantiva: construir, alimentar y enriquecer la cultura, el sistema inmunológico del espíritu nacional. Ahí están las miles de evidencias creativas para quien se decida a verlas, ni adocenadas o cooptadas por el utilitario poder. No vendría al caso (el espacio es reducido y hay asuntos mucho más importantes) explicarle a la crispada funcionaria (cuyo descortés “serénense, artistas” con el que inicia su mensaje habla de su propia intranquilidad) la función de los mecenazgos, el arte y la creación a lo largo de la modernidad occidental. Sólo cabe lamentar una actitud sectaria y reductiva que tilda de golpeteo oportunista la crítica y la opinión diferente. Los teólogos moralistas de la 4T son tan tóxicos como el otro sectarismo reductivo ---tecnócratas, derecha golpista, élites desplazadas, predicadores públicos--- de quienes odian a López Obrador, extremos que se tocan. A veces pareciera que entre las dos partes incuban el huevo mexicano de la serpiente. Los 2,000 caracteres de este texto se acaban, pero la realidad que termina apenas empieza. Parteaguas, gozne, intervalo. Antes y después del Covid-19, se dirá dentro de poco: cambio histórico.

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