Friday, April 04, 2008

ESTE DESLINDE / I

Somos lo que son nuestros estados mentales. Y así nos va. Comprendemos poco, quizá nada. Tenemos costumbres, prejuicios, opiniones. Nos pesa la memoria, nos hace sufrir la sentimentalidad. Tomamos la realidad por algo dado y perdemos de vista que es una construcción. Pero en el mundo moderno ---advierten autores como René Guénon---, a pesar de su patología del mirarlo todo y quizá por ello, el secreto mejor guardado es el de la profunda y extendida tarea de sugestión que ha diseñado la mentalidad contemporánea, fabricándola de tal modo que se vea impedida para percibir y aceptar la existencia, la sola posibilidad de que esa “formidable empresa sugestiva” sea algo intencional y dirigido, logrando así el mejor medio posible para que dicho secreto nunca llegue a ser descubierto.
La publicidad es el agente funcional que pone en circulación las falsas necesidades dirigidas a moldear y establecer la mentalidad vigente. Aunque debe de haber algo más en tales iniciativas, que no son sólo acciones espontáneas de un capitalismo salvaje y extremo donde la mercancía representa un fetiche absolutizador. El odio de la época al secreto esconde y preserva la existencia de misterios operativos que van más allá de poderes económicos y políticos no visibles, de revoluciones que sólo la ingenuidad suele llamar espontáneas, de guerras y catástrofes inducidas, de magnicidios insolubles a través de un guión que parece seguirse en todas partes, de seudorreligiones y neoespiritualismos edificados a propósito, de destrucciones económicas y sociales, debacles que lucen como si fueran los ensayos generales de un experimento mayor.
Las teorías conspirativas, las visiones policiacas de la historia, las hipótesis de la causalidad ---un residuo de la mentalidad primitiva que en toda acción cree atisbar la voluntad de una fuerza oculta---, han sido desautorizadas por un mundo que predica la democracia informativa y exalta modélicamente la imagen simbólica de las casas de cristal, y por un racionalismo que cree que sólo existe lo tangible, dentro de lo que ahora está prioritariamente lo que se exhibe ante la mirada. Al modo de la carta del cuento de Edgar Allan Poe, aquella que se esconde mostrándose, la modernidad difunde el odio al secreto para preservar cuestiones que no deben ni siquiera pensarse: ¿existen creaciones intencionales, poderes de la subversión, mentes conscientes comprometidas en procesos de larga duración, fuerzas dedicadas a abrir la puerta de influencias psíquicas y sociales cada vez más degradantes y sórdidas?
Responder afirmativamente supone un acuerdo con lo que postula Guénon: aceptar la existencia del mal no desde una perspectiva religiosa o moral sino tradicional y suprahistórica, existencia que se exacerba en coyunturas temporales como las prevalecientes ahora; aceptar que los estados del ser son múltiples, que la condición humana sólo es uno más de esos estados, y que la modernidad supone una etapa límite o terminal de un dilatado ciclo. Sin embargo, el autor se niega a ir más lejos de hacer alusiones generales cuando menciona a los operadores de ciertas empresas, grupos que pueden estar detrás de asuntos tan elaborados y complejos como la creación de la Sociedad Teosófica de madame Blavatsky y su asociado Olcott, a la cual Guénon dedica un documentado libro: El teosofismo. Historia de una pseudorreligión (Obelisco, Barcelona, 1989).
Guénon pormenoriza en él con tanto detalle los orígenes de la fundadora del teosofismo que no puede dudarse de su profundo y autorizado conocimiento sobre mucho más que aquello que escribe. Metódicamente breve, perentorio y lacónico, el autor escapa invariablemente de una divulgación tremendista o anecdótica, que le parece nociva para el sistema inmunólogico mental de los individuos, y también una concesión “pintoresca” a la naturaleza de las cosas, un mero efecto dramático. Sin embargo, hace una escueta mención de una entidad llamada John King, ligada desde tiempo atrás a Blavatsky, según su propia afirmación. De lo muy poco dicho por Guénon puede inferirse que John King es un ‘espíritu’ materializado, una proyección de energía hecha desde otro nivel y para otros fines, un transmisor actuante en este mundo desde siglos antes. Pero nada más.
El estudio es tan minucioso y documentado que se ha dicho que su información le fue proporcionada a Guénon por la logia desconocida de la que formaba parte, dispuesta a desenmascarar así el montaje de un engaño para crédulos. Citando un escrito ocultista, Histoire de Rose-Croix, por Sédir, el autor ---que está exponiendo los rasgos conectivos entre la escenografía teosófica y sus similitudes masónicas adulteradas--- transcribe con interés lo siguiente: “Una tradición dice que este Imperator existe siempre, y que su acción habríase convertido en política”.
No es posible indagar más porque Guénon demuestra, mediante la multiplicidad de dominaciones rosacrucianas existentes, su distancia del centro espiritual que afirman representar, sin abundar en el tema. A pesar de ello hace otra mención sobre logias modernas iluministas y templarias equívocas, y dice que una de ellas “desempeñó un papel político sospechoso”. El espíritu es peligroso, aseguran quienes conocen de su frecuentamiento, desde san Pablo hasta Sai Baba. La prioridad intelectual de Guénon no consiste en aquello que considera un signo contingente de la degradación moderna, como la política. Le interesa el espíritu antes que su mezcla, aunque tácitamente concede que en momentos como los actuales los dos niveles parecen actuar vinculados.

Fernando Solana Olivares

2 Comments:

Blogger JORGE SOLANA AGUIRRE said...

La manera de condenar a la palabra en un cosmos donde solo existe movimiento y razón.

Mientras las miradas absortas seguirán esperando perderse entre las frases y lineas que su espíritu literario construyan.

Absorbemos nuestras sombras que agonizan en nuestros sueños, y dejamos de portar un rostro, un alma y un pensamiento verdadero, para arraigar un antifaz estéril ante el espejo de la existencia.

www.jorgeslana.blogspot.com

9:00 AM  
Blogger JORGE SOLANA AGUIRRE said...

Saludos!!!


www.jorgesolana.blogspot.com

9:16 AM  

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